Querida Orientadora:
Ya que me escribe preguntándome por lo ocurrido, sepa usted que yo soy: Jesús, nací un 15 de Mayo del 1998 y hoy, vivo en el orfanato de Santa Cecilia en Cadiz. Mi madre es adicta a la heroína y mi padre era un miserable ladrón que tengo que reconocer que siempre lo hacia para alimentarme ami y a mi madre, un día en uno de sus robos, al intentar escapar tuvo un accidente del coche y murió, llego a mis oídos por los vecinos mi madre no quiso decirme nada nunca por mi bien según ella... Yo era muy pequeño cuando mi padre murió asique me quedé a cargo de mi madre.
"Vivía" con mi madre y lo escribo entre comillas porque no la veía nunca o casi nunca, yo siempre me cocinaba solo, me vestía solo, hacia las tareas del hogar solo... Un día como siempre tuve que ir a robar al mercado para tener algo que llevarme a la boca y me pillo la mujer de rosa que estaba siempre junto a la puerta de los aseos y ese día lo recuerdo hoy por hoy como el día mas triste de mi vida, tras pillarme robando yo no quería dejar la barra de pan y la bolsa de patatas fritas que había cogido porque tenia mucha hambre, fue entonces cuando me pegaron, me escupieron, me torturaron, lo peor del mundo no se lo deseo a nadie...
Harto de los vicios de mi madre y de los gritos y las peleas callejeras y como vivir con mi madre no me rentaba mucho decidí irme a la casa de mi abuela fallecida a la cual nadie la compraba por la gran crisis, cogí las llaves de aquella mesita donde mi madre guardaba lo que nunca usaba y me fui... Mi madre nunca se a preocupado por buscarme ni saber donde estoy.. Cuando llegue a casa de mi abuela sentí algo especial, nunca me había sentido como en casa ni en mi propia casa, me fui a la cama de matrimonio donde dormían mis abuelos que por cierto en la mesita tenían una foto conmigo cuando era bebe y eso me gusto mucho y decidí dormir ya que hacia 3 días que no dormía... Al despertarme me entro hambre y cogí la cartera de mi abuela que aun la guardaba en un viejo cajón con una nota que ponía "Todo mi oro para Jesús y Maria" (mi prima pequeña) asique así lo hice cogí la mitad y fui a comprar a una tienda de barrio que había alado de la casa de mi abuela....
Así pasaron los años y yo estaba cansado de la rutina, me levantaba, iba a dar una vuelta y me quedaba 2 horas en un banco de un parque que estaba a uans manzanas de la casa de mi abuela y luego volvia y me hacia algo de comer o robaba algo, pasaban las tardes y yo no sabia que hacer hasta que llegaba la hora de dormir y así sucesivamente. Pero un día me encontré a una mujer que se llamaba Sofia y me dijo que llevaba tiempo observándome y no le gustaba la vida que llevaba para lo joven que era y le conté mi historia y sentí que mi historia ya se la sabia pero pensé que solo eran cosas mías, me propuso que podía pasar tiempo con ella hasta que me hiciera más mayor y yo como no tenia nada que perder acepte.... Me sentía muy agusto, se comportaba como nunca mi madre se había comportado.. Hasta que paso 1 mes, dio un cambio radical y me trataba fatal me hacia limpiar toda su mierda, me tenia como un exclavo literalmente, yo no lo entendía pero como estaba acostumbrado a hacer las tareas de la casa no me molestaba tanto, 1 mes después todo esto cambio todavía más a peor hasta que un día subí a la planta alta de su casa a la que siempre me decía que bajo ningún concepto subiera, pero subí... En una pared tenia una foto gigante de ella y mi madre y esto me asusto mucho y en las demás paredes fotos de niños y niñas de mi edad mas o menos y mas pequeños incluso, esto me asusto tanto porque no sabia que significaba que a la semana decidí escaparme de esa horrible casa, pero con un problema ya no tenia donde caerme muerto porque me había robado las llaves de casa de mi abuela para que nunca pudiese volver....
Pasaron los días y o dormía en la calle me hice amigo de indigentes como yo pero yo tan solo era un niño, tuve bastantes peleas por comida y con alcohólicos que no sabían lo que hacían... Un día caminando por una calle de Cadiz que nunca había visitado me llevo a un bosque que detrás había como una casa gigante, como ami me encanta explorar atravesé el bosque aunque una parte de mi decía no lo hagas..... Allí encontré un cartel gigante que ponía bienvenido al orfanato de santa cecilia, algo que me venia genial... Llegué allí y conocí a la recepcionista Lucia que era una chica majisima y ademas con muy buen aspecto físico, le conté mi historia y aquí vivo hasta ahora con un montón de amigos que nunca había tenido... Y hasta ahora estoy aquí y me siento muy agusto, espero pasar aquí el resto de mi vida por lo menos hasta que encuentre un trabajo o algo estable..
Un saludo, Jesús